domingo, 3 de diciembre de 2023

El futuro de India en el espacio: una estación espacial en 2035 y un astronauta en la Luna en 2040

 India quiere convertirse en el cuarto país de la Tierra capaz de poner un ser humano en órbita por sus propios medios. Por este motivo está desarrollando la nave tripulada Gaganyaan, que el año que viene deberá realizar sus primeros vuelos no tripulados. Pero es evidente que una nave tripulada sin ningún sitio a donde ir tiene una utilidad limitada, como demostró el programa chino de naves Shenzhou, que llevó a cabo solo tres misiones tripuladas en solitario antes de acoplarse a una estación espacial. Por eso la ISRO, la agencia espacial de India, quiere construir una estación espacial que estará lista en 2035. El complejo orbital se conoce como Bharatiya Antariksha Station, que significa literalmente ‘estación espacial india’.

La estación espacial india en 2035 (ISRO).

Aunque estos planes no son nuevos, sí es novedoso el calendario de misiones intermedias para llegar a ese objetivo. Mientras China optó por lanzar primero estaciones espaciales de pequeño tamaño con unas dimensiones no mucho mayores que las de las propias Shenzhou —las Tiangong 1 y 2— antes de construir la Estación Espacial China permanente, India experimentará primero, entre 2026 y 2028, con espacios inflables unidos a la nave Gaganyaan. Es una buena estrategia para un vehículo como la Gaganyaan, que carece de módulo orbital como la Shenzhou y la Soyuz, ya que permitirá que los astronautas indios que viajen en esta nave puedan tener más espacio durante las misiones en solitario.

Los planes de India en el espacio. De forma un tanto cómica han usado la imagen de la Mir y una Soyuz para ilustrar su estación espacial (ISRO).

Más adelante, ISRO quiere practicar misiones de acoplamiento entre Gaganyaan y objetivos pasivos (¿con volumen habitable?) antes de comenzar la construcción de la estación, que tendrá una masa final de 25 toneladas y constará de dos módulos principales muy similares en forma y tamaño. El primero es el módulo de mando y propulsión, que, como su nombre indica, albergará los motores para elevar la órbita del complejo regularmente. El otro es un módulo hábitat con sistemas de soporte vital donde vivirán las tripulaciones. Los dos módulos estarán unidos por un nodo con cuatro puntos de atraque. En este nodo se acoplará también un módulo inflable. Las naves Gaganyaan se podrán acoplar al nodo o al puerto libre del módulo hábitat.

Planes tripulados con la nave Gaganyaan que culminarán con la estación espacial india y el uso del lanzador NGLV (ISRO).
Detalle de la nave Gaganyaan con su sistema de acoplamiento andrógino (ISRO).

La Bharatiya Antariksha Station será bastante más pequeña la Estación Espacial China, 25 toneladas frente a casi 70 toneladas (los módulos permanentes de la estación china tienen una masa superior a las 20 toneladas). Quizá si el programa espacial chino hubiese contado con menos recursos y no hubiese tenido un lanzador como el CZ-5, China habría elegido una configuración parecida uniendo dos o más Tiangong. El caso es que el pequeño tamaño de la estación india viene condicionado por la falta de un lanzador pesado, motivo por el cual esta es una de las prioridades a medio y largo plazo de la ISRO (aquí ‘pesado’ se refiere a la acepción del adjetivo antes de la aparición del SLS o la Starship, es decir, un cohete capaz de lanzar veinte o más toneladas a LEO). Precisamente, el NGLV (Next Generation Launch Vehicle) será un lanzador capaz de situar unas veinte toneladas en la órbita baja y también se encargará de sustituir al LMV3 a la hora de poner en órbita la nave Gaganyaan. El NGLV será un vector de queroseno o metano con una primera etapa reutilizable.

Lanzador NGLV (http://fullafterburner.weebly.com/space-technology).
Estudios de lanzadores pesados indios (ISRO).

A priori podría parecer que los planes tripulados indios son relativamente modestos si los comparamos con los chinos, pero no nos dejemos engañar. El objetivo de la ISRO, siguiendo las directrices del gobierno nacionalista de Modi, es llevar a cabo una misión tripulada a la Luna en 2040 (diez años después de China). Cuando se hizo público este objetivo no hace mucho, dijimos por aquí que India es perfectamente capaz de realizar una misión orbital alrededor de la Luna para esa fecha, pero que una misión de alunizaje queda totalmente fuera de las capacidades del país a no ser que se decida multiplicar la inversión en el programa espacial por un factor muy considerable. ISRO ha confirmado que sus planes lunares tripulados pasan inicialmente por una misión orbital, algo que, por otro lado, no es ni mucho menos sencillo. Estas misiones usarían una nave Gaganyaan lunar lanzada por un NGLV y podrían tener lugar al mismo tiempo que la finalización de la estación espacial, es decir, alrededor de 2035. Más adelante, en 2040, se llevaría a cabo la misión de alunizaje tripulada ordenada por Modi, si se logra desarrollar un lanzador superpesado basado en el NGLV, claro está. En 2047 deberá estar lista una base lunar. Para reforzar este proyecto, ISRO planea que la nave Gaganyaan lunar se acople con la estación Gateway, por lo que India podría participar directamente en el programa Artemisa de la NASA. Esta arquitectura también es novedosa, pues recordemos que China efectuará misiones tripuladas a la superficie lunar en 2030 sin pasar por un programa de misiones orbitales (aunque es posible que la primera misión de este programa lunar tripulado chino vaya a la órbita lunar).

Planes lunares indios para culminar en un alunizaje en 2040 (ISRO).
Aterrizador de la sonda LUPEX de ISRO. El rover lo suministrará la JAXA japonesa (ISRO).
La sonda de retorno de muestras Chanrayaan 4 será la primera que realice un acoplamiento en órbita terrestre tras venir de la Luna. Para la presentación han usado imágenes de la sonda china Chang’e 5, lo que no deja de tener mucha guasa dada la rivalidad entre los dos países (ISRO).

Previamente, ISRO quiere reforzar su programa de sondas lunares Chandrayaan. Además de la misión LUPEX con Japón, ISRO ha presentado oficialmente la misión Chandrayaan 4, que será una misión de retorno de muestras. Debido a las limitaciones de los lanzadores indios antes comentadas, la misión constará de dos lanzamientos. En el primero, un LVM3 enviará a la Luna una sonda dividida en un orbitador y una sonda de alunizaje de dos etapas. Tras alunizar, la fase de ascenso con las muestras se acoplará en órbita lunar con el orbitador y pondrá rumbo a la Tierra. La novedad es que la nave no reentrará directamente, sino que se colocará en órbita terrestre, una maniobra que nunca se ha intentado. Allí se acoplará con otra nave lanzada mediante un PSLV dotada de una cápsula. Tras pasar las muestras a la cápsula, esta reentrará en la atmósfera. Este esquema evitará la necesidad de desarrollar una cápsula que deba efectuar reentradas a velocidad de escape (curiosamente, en la presentación de la ISRO de este proyecto se usaron imágenes de la sonda china de retorno de muestras Chang’e 5). ISRO quiere desarrollar también generadores de radioisótopos (RTG) y calefactores RHU para permitir que las sondas lunares sobrevivan a la noche lunar (la Chandrayaan 3 no sobrevivió a su primera noche, mientras que las sondas chinas Chang’e 3 y 4 levan funcionando años gracias al uso de radioisótopos). Como vemos, India va a por todas y ha elegido una arquitectura y unos tiempos adaptados a sus necesidades y habilidades.




Fuente: https://danielmarin.naukas.com/2023/11/30/el-futuro-de-india-en-el-espacio-una-estacion-espacial-en-2035-y-un-astronauta-en-la-luna-en-2040/

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