La Parker Solar Probe (PSP) de la NASA pasó el 24 de diciembre de 2024 a las 11:49 UTC a tan solo 6,1 millones de kilómetros del Sol, una distancia récord. Y lo hizo a una velocidad, también récord, de 190,77 km/s, o sea, 686 772 km/h, ¡nada más y nada menos que el 0,064% de la velocidad de la luz! Nunca un artefacto hecho por el ser humano se había acercado tanto y tan rápido a nuestra estrella. La sonda comunicó el día 26 que el paso por el perihelio había sido un éxito y que todos los instrumentos habían recabado datos. Actualmente la PSP está en una órbita elíptica solar que la lleva desde unos 6 millones de kilómetros del Sol hasta 109,2 millones de kilómetros (0,05 x 0,73 Unidades Astronómicas), o sea, ligeramente por el interior de la órbita de Venus. Y todo ello mientras el Sol se halla en el pico de actividad del 25º ciclo solar.

La nave despegó el 12 de agosto de 2018 a las 07:31 UTC mediante un Delta IV Heavy y el 5 de noviembre a las 03:28 UTC efectuó su primer paso por el perihelio, a 24,8 millones de kilómetros de distancia y con una velocidad de 95,33 km/s. Hasta esa fecha el récord de mínima distancia al Sol —y velocidad— era el que había logrado la sonda alemana Helios 2 (Helios B) el 16 de abril de 1976, cuando se acercó a poco más de 43 millones de kilómetros del Sol. El Delta IV Heavy, pese a su potencia y el uso de una etapa superior Star-48V, no pudo colocar a la PSP en la órbita final, sino que la nave ha necesitado siete sobrevuelos de Venus para reducir su velocidad y alcanzar perihelios cada vez más próximos al Sol (trayectoria V7GA). El primer sobrevuelo de Venus situó la sonda en una órbita con un perihelio de 35,6 radios solares y, tras el quinto sobrevuelo se redujo el perihelio hasta los 13,28 radios solares. El último de estos sobrevuelos venusinos fue el 6 de noviembre de 2024, permitiendo que la PSP alcance su órbita científica final con un periodo de unos tres meses (88 días) y un perihelio récord de 9,86 radios solares. Después del séptimo paso por Venus el afelio de la sonda ha quedado por dentro de la órbita de este planeta, por lo que ya no serán posibles más sobrevuelos de Venus y, por tanto, no se podrá reducir la distancia al Sol aunque se quisiera (algo que no se puede hacer en cualquier caso porque la sonda no ha sido diseñada para aproximarse más a nuestra estrella).




Con este sobrevuelo, PSP ha realizado ya 22 de los 24 pasos por el perihelio previstos en su misión primaria de siete años y el primero de los tres muy cercanos (es de esperar que, si sigue funcionando, la misión se ampliará y podrá llevar cabo más de tres). No obstante, estos sobrevuelos cercanos son un gran desafío técnico para la misión, pues se realizan de forma totalmente automática y el escudo térmico frontal alcanza más de 1000 ºC (en teoría, el escudo es capaz de soportar hasta 1440 ºC). La temperatura es tan alta que el escudo no tiene sensores para medirla directamente y solo se puede inferir por la temperatura en otras zonas a la sombra. Durante estos pasos la nave no puede mandar datos en tiempo real y solo comienza a enviarlos aproximadamente una semana después —cuando se ha alejado lo suficiente, más allá de 38 millones de kilómetros— como para apuntar la antena hacia la Tierra y sea posible cambiar su orientación. En caso de que surja algún problema, la sonda es capaz de realizar operaciones autónomas durante unos dos meses. Los próximos dos sobrevuelos cercanos de PSP están previstos para el 22 de marzo y el 19 de junio de 2025. En cada órbita la nave envía una media de 85 Gbits de datos.



Aunque todavía es pronto para saber qué sorpresas pueden surgir tras este sobrevuelo, la misión ya ha efectuado descubrimientos importantes. En 2019 la sonda encontró unas inesperadas estructuras en el viento solar con forma de zigzag (switchbacks) a 24 millones de kilómetros de la superficie visible del Sol, la fotosfera (en realidad, los switchbacks son pequeñas rotaciones del campo magnético que se detectaron hace ya muchos años en el viento solar, pero PSP ha descubierto que son omnipresentes cerca del Sol). En este primer paso también confirmó que las regiones próximas al Sol están libres de polvo interplanetario tal y como se había postulado. En abril de 2021 la sonda realizó el primer paso a través de la corona solar y al acercarse a 13 millones de kilómetros de distancia del Sol descubrió que la zona de origen de los switchbacks se encuentra en la fotosfera, una hipótesis confirmada a finales de ese mismo año por la misión europea Solar Orbiter. Ahora sabemos que los switchbacks se originan en regiones activas de la fotosfera cuando se reconectan líneas de campo abiertas con otras cerradas y se forma una línea con forma de ‘S’ junto con una emisión de energía. Y es que los datos de los cuatro instrumentos de PSP se combinan perfectamente con los de Solar Orbiter para proporcionarnos los modelos más detallados de la corona y el viento solares obtenidos hasta la fecha.




Mientras PSP y Solar Orbiter siguen estudiando el Sol de cerca, la NASA planea lanzar en 2025 el observatorio PUNCH (Polarimeter to Unify the Corona and the Heliosphere) para estudiar la corona solar desde la órbita terrestre, una misión que se sumará a los observatorios terrestres y a la flotilla de sondas y satélites que vigilan nuestra estrella más cercana.

Referencias:
- https://ntrs.nasa.gov/api/citations/20230001604/downloads/s11214-023-00952-4.pdf
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