Nuestro sistema inmunitario es como un ejército interno, vasto y poderoso, que vigila constantemente nuestro cuerpo en busca de invasores como virus y bacterias. Con una precisión asombrosa, despliega soldados especializados—las células inmunitarias—para neutralizar cualquier amenaza. Pero esta analogía plantea una pregunta fundamental y profunda: si este ejército es tan eficaz para atacar a los enemigos externos, ¿qué le impide volverse contra su propio país, es decir, contra nuestros propios tejidos y órganos? La respuesta a este enigma no reside en la fuerza, sino en la diplomacia. En el corazón de nuestro sistema inmunitario existe una fuerza de paz de élite, un grupo de células conocidas como células T reguladoras (Tregs). Son los guardianes del autocontrol, los diplomáticos que negocian la tregua y aseguran que el poderoso ejército inmunitario distinga entre amigo y enemigo. Esta es la historia de su descubrimiento y de cómo han revolucionado nuestra comprensión de la salud y la enfermedad.
1. El Misterio del Autocontrol: Las Primeras Pistas