15 de agosto de 1977. Son las 23.15 de la noche en California, cuando el radiotelescopio "Big ear" capta durante exactamente 72 segundos una señal de radiofrecuencia 30 veces superior a cualquier otra captada desde entonces, con origen en una zona de la constelación de Sagitario. Cuando unos días después un joven profesor universitario se encarga de analizar los registros captados por la antena, no puede salir de su asombro al descubrir la extraña e intensísima señal. Embargado por la emoción, anota los números del registro y al margen realiza la anotación "Wow!". Sin saberlo, había bautizado la que hasta ahora es la evidencia más significativa de presencia de vida inteligente fuera de nuestro planeta.
La búsqueda de señales extraterrestres hay que enmarcarla dentro del Proyecto SETI: Nacido bajo los auspicios de la NASA en la década de los 70, trata de encontrar vida alienígena inteligente fundamentalmente a través de la búsqueda de radiofrecuencias de origen extraterrestre. De acuerdo con nuestros conocimientos técnicos, cualquier civilización avanzada debe dejar un "rastro" de radiofrecuencias emitidas por su propia tecnología. Nuestro planeta comenzó a emitirlas al espacio a partir de los años 20, con las primeras emisiones radiadas. Como dichas ondas se propagan indefinidamente por el espacio a la velocidad de la luz, es posible captarlas con los instrumentos adecuados.
En el marco de este proyecto, el telescopio Big Ear empleaba una serie de horas al día a "rastrear" el cielo en busca de señales. Éstas eran registradas en un papel que atribuía una escala de valores según la intensidad de la señal: "0" era la intensidad mínima, "1" a "9", intensidad 1 a 9, "a" y "b" intensidad 10 y 11, y así sucesivamente. Aquella noche de 1977, el radiotelescopio registró 6EQUJ5,el valor más alto jamás encontrado por el SETI.
La duración de la señal fue exactamente de 72 segundos, lo cual se debe a que el "Big ear" es un radiotelescopio estático: Se mueve aprovechando la rotación de nuestro planeta, por lo que tan sólo puede "apuntar" a una zona del espacio durante 72 segundos. Además, ello provoca que la intensidad de la señal muestre un pico gradual durante los primeros 36 segundos (hasta que llegara al centro de la ventana de observación del telescopio) para luego mostrar un descenso gradual, como efectivamente ocurrió con "Wow"
Se calcula que el telescopio apuntaba en ese momento a una zona de la constelación oeste de Sagitario. Las posteriores búsquedas de radioseñales por ese cúmulo de estrellas han sido infructuosas.
Se han tratado de buscar diversas explicaciones al origen de la señal: que se tratara de radiofrecuencias de un satélite artificial, que fuese el rastro de un acontecimiento espacial de gran magnitud... Sin embargo, todas esas teorías han sido refutadas y hasta la fecha el origen de la señal Wow! Continua siendo un absoluto misterio, que probablemente tardará muchos años en ser resuelto.
Esta es la señal tal y como fue registrada aquella calurosa noche de 1977. Para escucharla, hacer click en la imagen. ¿Estaremos ante un saludo alienígena?